cris

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Con Cristina.

martes, 30 de junio de 2009

retroparty


Por fin llega la época del consenso
Y democracia sin adjetivos
Y sin sujeto
Y ministro será Prat Gay o el finado firulete
Lo acompañan plin-plin y piñón fijo
Y el fondo monetario acerca plata fresca
Y los desocupados
Desnutridos más no desmotivados
Pueden divertirse a lo loco con el regreso de Tinelli
Zánganos paseándose en una jaula
Y vuelve el color y la pasión a la política
Cuando los lúmpenes pagos de Angeloz
Se enfrentan cuchillo en mano a los de Menem
Y los crímenes se vuelven más insensatos
Y te cagan a tiros para sacarte el cinturón
Y una multitud te odia y es tu culpa
Y bandas pertrechadas con lanzamisiles
Arrasan los countrys
Y la santa iglesia lo atribuye
A la droga, el divorcio y la pornografía
Y yo no tengo nada que ver
No tengo nada que ver
No tengo nada que ver
Y aun así los televisores explotan
De chismes de pequeñas putas
En cadena las 24 horas del día
Y los sobrevivientes del holocausto
Son acusados de terrorismo y llevados a la cárcel
Y el ajuste obliga a la reducción de presupuesto
Y la reducción de presupuesto obliga al ajuste
Y mientras, que suerte, hay cada vez más cajas de comida
Adulterada e inservible
Más y más vuelos te llevan a Miami de vacaciones
Y los troskistas vuelven a disfrutar de llamar al gobierno
Retrógrado y nazifacista
Y nadie se los discute
Y la queja fortalece al sistema
La queja fortalece al sistema
La queja fortalece al sistema
Y vienen impuestos especiales sobre la leche y el pan
Para mantener al clarín y basura que ya nadie lee
Y los periodistas se pasean impunes por la calle
Y nadie los corre
Ni los escupe
Ni les hace una zancadilla
Y viven la vida de grandes señores
Y de sanguijuelas en el barrio parque
Y los que pierden su empleo
Ni siquiera entienden
Que fue lo que pasó
La peste es una cuestión de mala suerte
Vivir igual se vive
Y mañana será otro día
Y los vecinos ingenuos
Sonríen para el noticiero de la tarde
Y después vienen las topadoras
Y tal vez ya no haya petróleo para hacerlas funcionar
Porque es una cuestión de suerte
Y los que salen a bailar
Terminan bailando en el infierno
Porque todo es suerte
Y para ese entonces los que arruinaron la tierra y el aire
Habrán abandonado la soja
Y vivirán en el sur de francia
Molestos por todos los marroquíes
Y los mendigos gitanos
Y Michael Jackson
Habrá alcanzado la suprema magistratura
Y todos caminaremos al paso de un robot melancólico
Y estaremos en buques en una guerra
En un país que no sabemos como se llama en medio oriente
Y las inversiones nunca llegaran
Pero si llegaran las deudas
Y los efectos catastróficos
De una industrialización que no nos pertenece
El maravilloso país tacho de basura
Factoría automatizada
Y la culpa la van a tener los paraguayos
Porque fueron ellos de seguro
Y serán siempre santificados
Los abogados que dejan presos a los pobres
Y libres a las promesas del empresariado
Y no tendremos voz
No tendremos ninguna voz
No tendremos voz
Estaremos libres en la calle
Pero siempre
Y siempre
Encadenados a la pared
Escuchando el ruido de la picana
Quemándole la nariz
Y los testículos
a la gente.

lunes, 29 de junio de 2009

Es culpa de los gitanos


Si alguna vez en mi vida escuche alguna canción de Michael Jackson fue a principios de los 80, es un género que me deja por completo indiferente y no tengo la más pálida idea de cómo sonaba.
Pero recuerdo que sacó un disco que se vendió mucho y después, un poco más adelante en los 80, otro que vendió en proporciones estratosféricas. Si la música era buena, mala o peor no lo se. Me pregunto si esos decenas, inclusive cientos de millones, que compraron el disco aún lo conservan y si lo escuchan. Y si escuchándolo reviven algo bueno, bonito al menos, de su propia vida. En ese caso podemos decir que valió la pena.
En cuanto a Jackson, después de volverse inmensamente rico y famoso, el pequeño chip que tenía le saltó. Sufrió una metamorfosis bastante horrenda, empezó a volverse blanco, aunque no sabemos si de cuerpo entero o si la cara nomás, mi mamá afirmaba que conservaba su culo negro pero de eso no tengo pruebas. La cara se le estiró de un modo inverosímil al punto que los ojos amenazaban con salírsele y, dicen que, la nariz, cada vez más pequeña, acabó por caérsele. No contento con ese desatino, gastó sumas siderales en construirse una mansión que, al parecer, era una especie de parque de diversiones. Allí vivía rodeado de niños y se la pasaba jugando. Como es que un padre permite o, aun peor, alienta a sus hijos a residir con un tipo cada vez más blanco que va perdiendo su nariz, es un oscuro misterio. Como es que ningún fiscal, ni juez, ni nada de nada advirtió que un grupo de menores estaba a merced de un tipo deforme por su propia voluntad no es, por el contrario, ningún misterio. Se mueven por dinero.
Hubo, cuando ya el escándalo y las bromas groseras arreciaban, un juicio. La suma que Jackson tuvo que poner para no quedar pegado es de notación científica debe ser de diez elevado a la octava.
Uno se pregunta si no tenía nadie al lado que le dijera que volverse blanco, además de un papelón, es por completo inútil. Ser blanco no nos sirve a los blancos, imaginate a un negro.
Si nadie le dijo que lo estaban afanando con todas esas cirugías espantosas.
Si nadie le advirtió que se dejara de joder con esas criaturas y que hiciera terapia.
Según parece a los ricos nadie les dice nada.
Me hace pensar en ese gran estadista itálico que no se puede contener y le toca el orto a una socorrista y los pobres infelices que lo acompañan se ríen de la locura del “Duce” con la sonrisa boluda de los pobres infelices.
¿Qué dirán los pobres infelices, padres de los nenes de los que abusaba Michael Jackson?
Supongo que lo mismo que dicen los boludos ciudadanos de los cuales abusa el “Duce”, que la culpa la tienen los gitanos.
Si Jackson hubiera sido pobre hubiera terminado enfundado en un chaleco de fuerza en la última habitación del loquero. Pero, a decir verdad, eso no lo podemos saber. Tal vez, si no hubiese podido concretar sus fantasías y hubiese tenido que ir a trabajar, le hubiera ido bien. Hubiera estudiado, no se, para ser músico y estaría dando clases en el conservatorio. Sería negro, hubiera madurado y ostentaría una nariz como la de, casi, todo el mundo.

sábado, 27 de junio de 2009

la despedida de la clase media




En el caso de la Dra. Carrió me resulta más interesante el electorado que el candidato. A pesar de ser una personalidad colorida, no se, creo que un poco de sobreexposición y de conducta paranoide han terminado por aburrir. Y no solo yo, ya saben un tipo insignificante, pienso así si no que la mismísima clase media bienpensante bien piensa lo mismo.
Los votantes de Carrió son, eran, las personas cultas, de edad media, de los barrios del centro geográfico de la ciudad. Representan al país blanco y europeo y que, tal vez porque no los dejaron, no maduró. Es un grupo que aún tiene votos pero que ya se está retirando de la escena. No solo como individuos, eso nos va a pasar a todos, sino como entidad social. La mejor demostración de la retirada de la clase media “sensible” son los candidatos que elige. Pino y la Sra. Argumedo suman no menos de 150 años. Estos ancianos ocupan el lugar que Carrió dejó vacante cuando abandonó al justiciero ARI por el “republicano” CC. Lo que resultó insospechado es el abandono que los “medios” hicieron de la Dra., pasaron de alabarla por su, supuesta, conducta intachable y sus acertados pronósticos a considerarla casi una piantavotos al servicio de “los k”. La derecha precisaba a la Carrió para traccionar votos de los progres, en cuanto se encolumnó claramente con ellos la hicieron a un lado.
Me pregunto si será esa una pequeña verdad genérica acerca de todos los radicales, antes se les daba manija cuando estaba Alfonsin y tenían cierta imagen progre, ahora que no quedan más que conservadores ya no son útiles y se los relega al olvido.
Este parece ser el final de nuestra módica pitonisa criolla, que bien supo divertirnos, con sus vaticinios y porfiadas profecías, los últimos diez años.
Los, tengamos buena voluntad, centroizquierdistas del ARI pasaron a ese espacio del misterio llamado SI y ahora se han ido con Pino.
Pino es justo lo que debe ser un representante de los porteños bien. Un artista cuya última contribución fue la película “Los hijos de Fierro” en 1973 que es gente como uno y recibe premios en Cannes y, por último con un discurso nacional y popular que nadie cree…
Porque sino no lo votarían…

viernes, 26 de junio de 2009

La Srta. Michetti y una flechita


Los que parecen perfectamente adaptados a esta modalidad de “reflexión cero” son los muchachos del PRO capitalino. La única campaña que les vi es una foto gigantesca de la cara sufriente de la Srta. Michetti y una flechita. Uno dirá: “Bueno es para instalar al candidato, cuando le toque hablar seguro nos va a entregar un speech sobre las retenciones en Nueva Zelanda, el Leviatan de Hobbes y la revolución industrial” Pero no, nos entregó sonrisas, dulzura y flores de primavera. Un encanto.
El Gran Hermano, al final no es un ideólogo-tirano comunista es una personita hermosa, frágil que sonríe mientras el presupuesto de la educación pública se va reduciendo, la ciudad más rica del país se hunde en el déficit, los planes de vivienda no existen y una patota nazi expulsa a los indigentes de las ruinas donde se han refugiado.
Repito, un encanto.

jueves, 25 de junio de 2009

¿Quién pone la plata?


Quiero empezar relatando lo que me pasó cuando, pobre de mí, mande un mensaje a un diario, no importa cual. Uno de los participantes había comentado, entre signos de admiración y con mayúsculas, que iba a votar a De Narvaez y que ese era su “voto castigo”. No había escuchado antes esa invectiva para justificar el voto al PRO y le respondí que sería interesante saber de que vivía este compatriota puesto que, si un triunfante Narvaez votaba en el parlamento la desaparición de las retenciones, alguien iba a tener que reponer esos miles de millones y que creía que él, el colérico votante castigador, bien podría verse entre los castigados. Más tarde volví a entrar para ver si “the punisher” había acusado recibo. Evidentemente soy un viejo ingenuo, al abrir los comentarios, a partir del mío, solo encontré mensajes insólitos de tipos que decían no sé que ridiculeces sobre los judíos y sobre la presunta ascendencia judía de la presidenta Cristina.
Me pregunto si es alguna clase de táctica comunicacional, responder a un planteo pertinente, en el peor de los casos contestable con un delirio.
Si me quisieron decir, con algo de sutileza, que pensar en “de donde va a salir la guita es cosa de judíos”, un buen cristiano solo atiende a la salvación y el cielo.
O si, más llanamente, estos son los tiempos que corren. Que no se responde a una pregunta sino que se miente, se macanea y se distorsiona porque sabemos que, si hay un debate racional, las fuerzas se equilibran y ser el dueño de “La Razón” no te confiere la razón, en cambio en la “guerra de propaganda” el poder sobre los medios te permite acallar cualquier tipo de discurso.
Como hacen los nenes: gritar cualquier cosa para que la gente no hable.

martes, 23 de junio de 2009

El dilema de Teodorico


El dilema de Teodorico.
Sostienen tipos sabios, con los cuales ni a ganchos me atrevería a discutir, que los gobernantes posteriores a la “caída del imperio de occidente” no eran unos bárbaros, quemadores de bibliotecas y/o violadores de jovencitas. Es más, estos historiadores, cuya capacidad y honestidad intelectual está fuera de duda, afirman que, sin ir más lejos, el celebre Odoacro y el, injustamente, no tan celebre Teodorico fueron, en primer lugar, la continuación de los grandes políticos de los últimos tiempos del Imperio de occidente. Como Stilicón, Rufino y Aecio que lo que tenían en común, además de su capacidad y patriotismo, era su origen bárbaro. Odoacro y Teodorico habían nacido y pasado su vida dentro del Imperio, eran cristianos (de la secta arriana) y los decretos mediante los cuales gobernaban estaban escritos en buen latín. Los romanos de aquellos tiempos consideraban que aun estaban bajo el Imperio, el senado se reunía en Roma y cada año se elegían cónsules. Es más, en el Coliseo aún había grandes espectáculos y los nobles romanos soñaban con los altos cargos y hacerse ricos como siempre lo habían hecho.
Teodorico gobernaba a nombre del Imperio, había tolerancia religiosa, vida cultural e incluso trabajos de reparación en los acueductos.
Y sin embargo algo pasa cuando encontramos un sitio y excavamos.
Durante toda la era del Imperio encontramos porcelana. Una porcelana de buena calidad, accesible para todo el mundo.
Después del Imperio encontramos unos cacharros mal cocidos que parecen de la época de las cavernas.
En el Imperio encontramos menos construcciones colosales de las que uno podría imaginarse y encontramos, en cambio, ciudades enteras de casas cómodas y bonitas.
Después del Imperio la gente duerme en las ruinas y finalmente las ciudades quedan abandonadas.
Como quedó Roma.
¿Cómo puede ser que esto haya pasado con gobernantes tan eficientes como Odoacro o Teodorico? Lo que pasa en un país no suele explicarse por las condiciones personales de los gobernantes.
Supongamos que Teodorico hubiese decidido volver a la porcelana del Imperio. Lo más probable es que las industrias que las producían estuvieran en Alejandría o en Antioquia, de modo que debiera haber construido una industria en el territorio italiano o del sur de Francia que dominaba. Tendría que haber buscado especialistas, es posible que hubiese podido conseguirlos en Bizancio. Hubiese tenido que tener un ejército que hiciera los caminos seguros. Y caminos en buenas condiciones.
Para fabricar la dichosa porcelana Teodorico tendría que haber tenido el Imperio.
El que si tenía un imperio era el megalómano e intolerante Justiniano. Justiniano no llegó a enfrentarse con Teodorico, por un poquito nomás.
Al tal Justiniano se le puso en la cabeza recuperar el occidente para el Imperio. Cuando se enfrentó con los godos de los sucesores de Odoacro y Teodorico (Odoacro era de otra tribu pero que más da) las cosas resultaron tal como se imaginan.
El malvado, tirano loco, Justiniano tenía escuelas de guerra con oficiales que, en el peor de los casos, tenían una formación y que estaban al tanto de cómo peleaban los godos. Tenía fábricas que hacían armas de buena calidad. Tenía una flota para mandar a sus soldados y abastecerlos durante la guerra.
El ejército profesional del diabólico señor de Bizancio exterminó a los buenos godos hasta el último hombre.
Los sucesores de Teodorico hicieron lo que pudieron con el Imperio en ruinas que habían heredado no tuvieron oportunidad de elegir.
Puede ser que mentes desconfiadas piensen que hay en está reflexión alguna referencia a las empresas del estado pero de ninguna manera, estamos entre eruptitos como dijera H. J. Simpson.

miércoles, 17 de junio de 2009

Peña: de transgresor a tilingo


Por lo menos Peña era un personaje divertido que decía por la tele lo mucho que le daba a la merca y movidas así.
Hace años, una amiga sicóloga me comentó unas teorías, por demás estalinistas, acerca de la homosexualidad. Decía mi amiga que el puto era un ser inmaduro y que por eso no podía decidirse por ser hombre o mujer. No le di importancia porque, después de todo, los trolos siempre me han caído bien desde que no compiten por las mujeres.
Cuando lo vi a Peña en TVR diciendo que el mejor presidente había sido… "No se… Puerta…porque es el que menos duró". Me pareció la respuesta de un adolescente, de una aparente rebeldía pero sin jugarse por nada y sin tener una postura. Además de parte de un tipo que se ha pasado décadas opinando de política.
Sin embargo lo último que me viene a la mente es el famoso "debate" en el programa de Larrata con el gordo D'elia. Este último, sabemos, el enemigo público nº 1 del occidente cristiano.
Peña estaba…
Primero vestido de traje y todo durito, una especie de milico con la cabeza tatuada, intentaba corregirle la gramática al gordo como si esa fuera una muestra de superioridad intelectual.
Después quería justificar haber llamado "negro de mierda" al hijo del gordo, asegurando que no era racista y que tenía… no se si un amigo negro o algo por estilo. Era raro puesto que en otra época lo había oído usar expresiones así y me parecía un rebelde que se estaba burlando de los prejuicios de los pequeños- burgueses que son, en serio, racistas y que no se animan a mostrarlo. Pero ahora ya no me parecía un rebelde, me parecía una vieja gorila de barrio norte defendiendo los prejuicios (D'elia es bruto, corrupto, feo, violento y nos odia porque somos gente fina) de la clase media. Que increíblemente justo que estuvo el gordo cuando afirmó haberle quitado el "ángel"!
Por último muy patético el final en el que, en un arranque de paranoia cocaínica, Peña empieza a sentirse perseguido y se enoja con los tipos detrás de cámara que no vieron el gesto de D'elia.
El pobre Peña no se dio cuenta de que ya era tarde de que ya había sido ejecutado en público.

domingo, 14 de junio de 2009

En la mitad


La clase media se dividió, lo primero que se me ocurre es pensar cuando. En 1974-75, particularmente durante los días agónicos del rodrigazo, tuvimos perdedores y ganadores. Los ganadores tenían propiedades que podían conservar mientras que los perdedores vivíamos de un salario. Pero no es tan simple, amplias franjas de los perdedores y casi todos los ganadores avalaron el golpe. ¿Cuantos siguen estando con el golpe? Es decir… ¿cuantos que perdieron todo, entre el rodrigazo y el golpe, siguen estando a favor del poder que los marginó?
Durante unos cuantos años creímos que el consenso acerca de la criminalidad del golpe y los golpistas era casi unánime. Eso duró hasta que vimos que venían juicios de verdad. Ahora tenemos un sector de la clase media que propicia leyes del "olvido", que "nunca tuvo problemas" o que reclama "justicia para ambos bandos". Por un lado produce miedo y sospechas de que el elenco civil del golpe puede volver. La denuncia pingüina es oportuna. Detrás de la derecha "extraparlamentaria" está el golpe.
Hoy tenemos una parte de la clase media, los ganadores, que es fácil de describir como "neogolpista", "protogolpista", "kriptogolpista", "gorila" u otros adjetivos al tono. El reclamo a favor del "campo" está acompañado por denuncias de fraude, por una serie de diatribas contra los "votantes pagos", por la queja contra la inveterada holgazanería de "los negros" a quienes sitúan como beneficiarios de planes sociales, por la inseguridad, por la presunta corrupción y por el alineamiento a favor de regimenes progresistas latinoamericanos. Con poco, el gobierno pingüino ha despertado un odio que se creía perteneciente a épocas fenecidas.
Los medios tienen tres clases de estructuración del discurso gorilón: uno es el discurso legal dado por la información "aséptica", cuatro meses mostrando a los dirigentes gorilas, impresentables del campo sin hacerles una sola pregunta, mostrar a un "pobre" productor rural sin mostrar nunca las inmensas e inaccesibles camionetas importadas que poseen, haber escatimado imágenes sobre la destrucción de alimentos y sobre la violencia contra camiones o simples vecinos que pretendían viajar. El segundo es el discurso de los "comentaristas", periodistas supuestamente "independientes" que buscaban arrimar argumentos a la protesta usando un lenguaje pretendidamente progresista para cuestionar el derecho del estado a reclamar impuestos o a regular el mercado o simplemente a no hacer lo que la sociedad rural quería. A su vez los periodistas "independientes" pertenecientes a empresas ligadas a la SR y a los pooles de siembra pueden dividirse entre los "racionales" que pretenden demostrar que "no es tanta plata" o "el campo esta irritado por el estilo del gobierno". Los agoreros que vocean la llegada de la inflación, la desinversión, la diversión animada y los anuncios de las "calificadoras de riesgo" que avalaron a Delarua, después tenemos a los gorilas resentidos que expresan su furia contra… no se… contra el narcotráfico (antes no había), contra los (ciertamente odiosos) zapatos de Cristina y que en realidad están asustados porque intuyen que a continuación a los juicios contra militares y masacradores civiles les llega el turno a ellos que se sirvieron de los milicos para hacer carrera.
Por debajo de los periodistas "menos serios" se ubica la novedosa fauna de los "correos de lectores" que, si fueran parientes y/o allegados a los milicos asesinos estarían disculpados pero se trata de militantes del libre mercado que advierten que una acusación contra los genocidas es un argumento fuerte contra el sistema. Herbert Marcuse hablaba de la "plusvalia de la opresión", bueno los nuevos partidarios de "olvidar el pasado" son los que creen, tal vez no se equivocan, que sus vidas cómodas no se sostienen, a la larga, sin ese exceso de represión. El "correo de lectores" es como la libre asociación de la burguesía, es ahí donde las verdaderas fuerzas movilizadas a favor del campo o de los partidos de la derecha se hacen manifiestas. El alineamiento con el primer mundo, la defensa de la "propiedad privada", de los crímenes de la dictadura, de las leyes de impunidad varias. Los coquetos "lectores" son el lazo diabólico que une a los nazis de los campos de concentración con los demócratas del libre mercado. Se puede ser favorable al capitalismo sin ser un energúmeno racista, es cierto pero el sistema no funciona sin su plusvalía de opresión.
Hay, al menos, dos tipos de clase media. Están los que llamaríamos "los colados" que es gente que ganó dinero y obtuvo una buena posición pero que sabe que lo que ganó es producto de alguna oportunidad aprovechada, de algún talento con suerte o simplemente una buena herencia y están los que, por decirlo con pocas palabras, se la creen.
Durante los días agitados de la "movilización rural" se veían unos parlanchines, bastante lamentables por cierto, rodeados de unos individuos misteriosos, ocultos detrás de anteojos ahumados (cerebros ahumados se diría), usando sombrero a veces tirando a la parodia "Indiana Jones" a veces disfrazados de paisano, señoras mayores con camisas sueltas del tipo que la gente común no podemos pagar, disfrazadas vaya uno a saber de que. Son los trabajadores de la clase media, cansados de ver trabajar a los pobres en sus chacras. Cortadores de cupones, evasores de impuestos, pequeños explotadores que hacen trabajar a los niños y que después regalan colchones. La clase media que se sacrifica durante catorce horas por día sin que se vea que es lo que sale de ahí. La patria aunque no este país.

sábado, 13 de junio de 2009

se corto la luz.. y no nos dimos cuenta!


La poli de la mente puede ser sutil.

Por ejemplo pueden poner a tipos que se las dan de estructuralistas y que ten enseñan que, como Chavez es un burgués, conviene ayudar a echarlo para que venga el "verdadero marxismo-leninismo" o el "verdadero socialismo" o la "autentica poronga en el ojete" para los infelices ingenuos de clase media. Pero a veces la policía de la mente actúa como la guardia de infantería y saca los tanques a la calle. Durante el año 2007 y lo que va del 2008 hemos tenido tres crisis espantosas en argentina:
En una fue la crisis energética con apagón interminable y el país paralizado y los pobres criollos temblando en la oscuridad. Ahora resulta que a mi no se me cortó la luz, ni a mis vecinos, ni mis amigos que están repartidos por todo el gran buenos aires. A nadie se le cortó la puta luz.
En la segunda hubo hiperinflación, los precios aumentaron un 60% en un par de meses, hubo saqueos y una catástrofe alimentaría. Pero yo sigo pagando el asado, la luz, el gas, el teléfono y un par de cosas, imprescindibles, más, casi al mismo precio que en el 2006. Y a mis amigos, vecinos y conocidos les pasa más o menos lo mismo. Aumentaron cosas que nosotros no consumimos, como ser medicina privada, educación privada, restoranes finolis y cosas así.
La tercera crisis fue la de la deuda, el país entró en default, el dólar se disparó y los depósitos bancarios fueron confiscados. De más está decir que todo eso ocurrió en el mundo de la policía de la mente que controla el 90% de los medios del país pero no la realidad, que, como bien dijo Fox Moulder, está ahí afuera.
Lo que quiero decir con estos ejemplos de disparates difundidos por los medios es que mienten y lo hacen con tanta frescura que le mienten a la gilada sobre cosas que tiene delante de los ojos. Te dicen que pasa tal y tal cosa y vos miras y no pasa nada.
Ahora bien si te mienten sobre cosas que pasan en tu propia casa, te dicen que se cortó la luz pero, me cago en la puta madre, la luz enciende. Entonces… ¿Cómo crees que te van a decir la verdad respecto a un tipo que murió hace 50 años?
Y una última aclaración: nadie sabe lo que va a pasar, conocer el presente en todos sus detalles es imposible, de modo que saber que va pasar es más que imposible salvo alguna boludez matemática. Una predicción que tiene un método científico detrás es aceptable hasta por ahí nomás, ahora los que pretenden conocer el futuro son chorros que están en pleno afano.

policia de la mente en acción

El tema de la policía de la mente esta inconcluso.

La propaganda negra cultiva la mentira desde el anonimato, no busca servir de guía ni perdurar en la atención. Es como un aperitivo.
A lo largo del siglo XX tenemos una pléyade de intelectuales que ejercieron la función de policías de la mente.
La policía controla las acciones de los individuos con métodos físicos, si haces algo que los mandamases no quieren te rompen la cabeza, te secuestran, te torturan, te matan y se llevan a tus hijos. La policía de la mente también hace eso pero convenciéndote que lo hagas vos mismo. La policía de la mente es sumamente cara y solamente la CIA y los servicios británicos lo hacen a escala global.
Hablábamos de los historiadores que no son tales, son empleados de un gobierno imperialista brutal. Mientras los payasos hacían la escena de los campos de concentración de Stalin que no existían, en ese mismo momento en Kenia los británicos masacraban 300000 kikuyu con campos de concentración de verdad.
En argentina tenemos unos maravillosos ejemplos de policía de la mente. En 1955 nos encontramos con intelectuales que saludaron con alegría el golpe de estado contra un gobierno, nada comunista por lo demás, legítimamente electo. La dictadura llegó con opresión y fusilamientos.

Todo lo que sea concreto hace retroceder a la policía.